Esta regla nos define los grados de libertad que posee el
sistema dependiendo del tipo de variables que consideremos. Establece la
siguiente relación:
F = C - P + 2
Donde F = número de grados de libertad
C = número de componentes
P =
número de fases presentes
2 = es
el número de variables de estado del sistema (temperatura y presión)
En los casos experimentales que se traten, el efecto de la variación de la
presión es despreciable, así establecemos que: P = 1 atm = constante durante
todo el experimento. Así pues, la regla de las fases queda establecida para propósitos
empíricos como:
F = C - P + 1
Véase con un ejemplo la gran utilidad de esta ecuación:

1. Si se tiene un
metal puro y se sitúa en su punto de fusión: C=1, P=2 (sólido + líquido). Así, F=0, con lo que se puede deducir que el
punto de fusión es un punto fijo que se da a una temperatura y presión fijas.
2. Si se situa en el punto donde coexisten dos fases: C=2,
P=2, se obtiene que F=1. Se tiene un único grado de libertad, es posible
mantener la microestructura de 2 fases mientras se modifica la temperatura del
material (en un rango limitado).
3. Cuando se situa en la región donde hay una sola fase a
una composición intermedia: C=2, P=1, es por esto que: F=2, se tiene dos grados de libertad, se puede variar tanto la temperatura como la
composición en un rango limitado manteniendo la microestructura.
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